¿Vida cómoda?
Si queremos tener una vida cómoda y sin sobresaltos, entonces podemos caer fácilmente en las manos de Satanás, que promete tranquilidad a cambio de que le entreguemos el alma por el pecado.
Hay que velar y orar, permanecer despiertos en la oración, porque el demonio anda a nuestro alrededor como león rugiente buscando a quién devorar, y solo se salvarán los que vigilen y oren.
El combate es hasta el último suspiro de nuestra existencia, hasta el momento mismo de la muerte, y no hay que dejar las armas creyendo que ya hemos combatido bastante, porque del último momento de nuestra vida depende el destino eterno de nuestra alma.
Hoy es un buen día para renovar nuestras promesas de fidelidad a Dios y a su Madre, y de aumentar mucho más la confianza en la Virgen, que es la conductora de los ejércitos de Dios y enemiga personal de Satanás, nuestro acérrimo enemigo
¡Que Jesús y María nos bendigan!
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