Actualizado el domingo 25/AGO/24

Mensaje de conversión

Por unos pocos. 

15-12-86                  1046 

Hija mía: Por unos pocos buenos, se salvarán muchos malos. Quiero decir que, con la oración, con la continua oración de los verdaderos cristianos, muchos se lograrán salvar.

Explico aquí, el porque de Mi presencia, el significado de mis Mensajes, que son en definitiva, la Palabra del Señor.

Debe haber conversión, para que sea posible la salvación del alma.

Bendito sea el Señor. 

Leed: Eclesiástico C. 2, V. 7 - 8 - 9 

     7   Los que temen al Señor, esperen su misericordia, y no se devíen, para no caer.

     8   Los que temen al Señor, tengan confianza en El, y no les faltará su recompensa.

     9   Los que temen al Señor, esperen sus beneficios, el gozo duradero y la misericordia.

 (Mensaje de María del Rosario de San Nicolás) 

Comentario: 

¡Qué consoladoras palabras nos dice la Virgen: que por unos pocos buenos que rezan mucho, se salvarán muchísimas almas!

Esto nos debe alentar en el camino que hemos emprendido y no bajar los brazos ni dejar de lado el rezo del Rosario, que deberíamos rezar todos los días, ya que la condición para que se salven muchos malos, es que algunos buenos, o mejor todos los buenos, recen mucho, en especial el Santo Rosario, que es la oración predilecta de María, y por la que se obtienen toda clase de gracias y dones.

Pensemos cuánto suspiraron los Profetas y los Justos del Antiguo Testamento, y sin embargo no obtuvieron la venida del Verbo a la tierra. En cambio una simple doncella, María Santísima, por su oración, Ella sola, obtuvo semejante prodigio.

También nosotros, aunque seamos pocos en número, debemos rezar y ofrecernos por la salvación de los hermanos, porque no es el número lo que cuenta, sino la santidad y también la buena voluntad.

Aprendamos de María, que escondida en una aldea de Israel, y no haciendo otra cosa que rezar y amar, atrajo del Cielo a la tierra a Dios mismo.

Hagamos nosotros lo mismo, y con nuestra oración y nuestro amor, atraigamos a Dios a las almas de los pobres pecadores.

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